Coincidí por primera vez con Pierre Monteagudo el 4 de octubre de 2018. Fue en Café Ovni Valencia, donde presentaba su libro Expediente Rojas: NASA reports 1/2/3. Llegué cuando la charla estaba a punto de comenzar y tuve que marcharme bastante pronto, por lo que no me fue posible hablar con él. Sin embargo, sí tuve tiempo para saber un poco más del astrofísico venezolano Héctor R. Rojas, de cuya extraña historia tenía hasta ese momento un conocimiento muy superficial. Me sorprendió el entusiasmo mostrado por Monteagudo al describir las virtudes de Rojas y el convencimiento de que había sido víctima de una conspiración increíble. Me asaltaron entonces muchas dudas que fui resolviendo, además de leyendo su libro, escuchando las diferentes entrevistas que le realizaron programas amigos como 75 Escalones, Espacio Exterior o La rueda del misterio.
Volvimos a coincidir el 4 de mayo de 2019, esta vez en Manises, en la II Quedada de amigos del misterio en Valencia. En esta ocasión sí pudimos cruzar unas cuantas palabras, aunque bastantes menos de las que me habría gustado. Tuve el honor de ser el encargado de presentar su ponencia, algo que hice limitándome a afirmar que aquélla era la historia de una cruzada. Y, en efecto, sigo pensando que el trabajo realizado por Pierre estos últimos años sólo responde y cabe bajo el empeño y obstinación en destapar una extraña y oscura trama. Era cuestión de tiempo traerlo hasta Al final de la escalera y qué mejor momento que ahora, en plena promoción de su segundo libro: Expediente Rojas: La tecnología del cosmos.
(Xus). Con pocas palabras y para quienes todavía desconocen la historia que cuentas en «Expediente Rojas», ¿quién era Héctor R. Rojas, qué hizo y qué le sucedió?
(Pierre). El doctor Rojas era un matemático experto y un genio astrofísico del Programa Lunar que trabajó intensamente para garantizar la seguridad de los astronautas en la primera misión tripulada que aterrizó sobre la superficie de la Luna (Apolo 11, 20 de julio de 1969). Una de las aplicaciones más importantes de su creación matemática le permitió obtener datos precisos de la superficie de nuestro satélite, con los que elaboró un completísimo estudio científico sobre las características de la topografía lunar; éste sirvió para aportar la seguridad indispensable en el viaje a la Luna y así lograr el mayor hito histórico de la humanidad. En la actualidad, las ecuaciones del doctor Rojas se utilizan en infinidad de ámbitos del quehacer cotidiano para facilitar la vida de las personas.
(Xus). ¿Qué trabajo desempeñó Héctor R. Rojas para la NASA?
(Pierre). El astrofísico fue una especie de comodín del Pentágono, órgano castrense que requirió sus servicios, mediante la contratación a través de un contratista privado y teniendo como destino de trabajo los diferentes complejos científico-militares de la NASA en territorio estadounidense. Llevó a cabo infinidad de investigaciones cuyos resultados, pese a la negativa del personaje, terminaron siendo utilizados en el campo militar. Su mayor aportación a la carrera espacial fue efectuar los cálculos que permitieron a Estados Unidos vencer a la Unión Soviética en la carrera por llegar en primer lugar a la Luna.
(Xus). Según cuentas, para Estados Unidos, Héctor R. Rojas deja de ser aliado para convertirse en enemigo. ¿Por qué?
(Pierre). El doctor Rojas solicitó que los méritos y beneficios de sus inventos y descubrimientos fueran compartidos con su país de origen. Tenía la pretensión de que los avances en ciencia y tecnología, que se iban produciendo y destinando a consumo estrictamente militar, fueran dados a conocer y utilizados para beneficio de la humanidad. Kissinguer y compañía, en plena Guerra Fría, consideraron inadmisible que se pretendiera compartir el conocimiento científico de la época y actuaron contra el astrofísico, marginándolo de la historia, mediante un conjunto de acciones en su contra que formaron parte de una clásica operación de descrédito y silenciamiento al más puro estilo de las agencias de inteligencia estadounidenses.
(Xus). Hablas de dos gobiernos, el estadounidense y el venezolano, que conspiraron para cortar de raíz las intenciones de Héctor R. Rojas. ¿Pudo jugar algún papel la Unión Soviética?
(Pierre). Quizás un intempestivo viaje a la Unión Soviética que no quería hacer, pero que se sintió obligado a realizar por presiones del gobierno venezolano en el año 1971, pudo servir de excusa para intentar justificar las atrocidades cometidas contra el científico venezolano más importante de todos los tiempos, un auténtico héroe anónimo de la ciencia en el mundo occidental vilmente tratado por los políticos.
(Xus). ¿Qué papel ha jugado WikiLeaks en esta historia?
(Pierre). Los documentos desclasificados que han salido a la luz por la gestión de WikiLeaks me han permitido conocer una serie de detalles sobre la relación del doctor Rojas con el Departamento de Estado y la Casa Blanca. La información obtenida de WikiLeaks ha sido clave para comprender la secuencia de hechos que condujeron a una serie de acciones contra la integridad física y psicológica de Héctor R. Rojas.
(Xus). ¿Qué crees que habría pasado si Héctor R. Rojas hubiese podido seguir adelante con sus propósitos?
(Pierre). La sociedad civil habría tenido acceso a información sobre importantes avances en ciencia y tecnología, al menos 50 años antes de lo habitual, con lo cual se habría acelerado el progreso social, económico, médico e industrial de la humanidad. Con la aplicación generalizada de su estudio sobre las radiaciones cósmicas para aumentar la producción agrícola, se habría podido erradicar el hambre en el mundo hace varias décadas.
(Xus). ¿Cómo fueron los últimos años de Héctor R. Rojas?
(Pierre). Los años ochenta fueron una época de intensa generación de conocimiento científico para el doctor Rojas, que procuró persuadir a políticos neófitos de sucesivos gobiernos, en su país, para que tuvieran una visión más amplia de los beneficios que sus inventos y descubrimientos podían aportar a la sociedad venezolana y al mundo entero. Estuvo estrechamente vigilado, tanto por los cuerpos de seguridad del Estado venezolano como por individuos contratados por una potencia extranjera, para realizar un seguimiento estricto de las actividades del científico. Entristecido y marginado por las personas de su propio entorno, vivió en la más absoluta austeridad, dando clases de matemáticas, física y astrofísica a estudiantes universitarios de los que sólo recibía café, té y azúcar.
(Xus). ¿Hay conexión entre la historia de Héctor R. Rojas y el caso Roswell?
(Pierre). La conexión entre el incidente Roswell y la descripción que hace el científico de cierta tecnología obtenida del cosmos es clara, diáfana y transparente; no deja lugar a dudas. Es algo que explico con lujo de detalles en Expediente Rojas: La Tecnología del Cosmos.
(Xus). ¿Has recibido algún tipo de presión o amenaza desde que te propusiste destapar esta historia?
(Pierre). En varias oportunidades ha sido evidente el seguimiento que individuos no identificados realizan de las actividades de difusión de la historia del doctor Rojas y de su propio autor. Más allá de eso, es importante mencionar que soy docente, escritor, divulgador y biógrafo del personaje, y que me encuentro inmerso en la búsqueda de algunas realidades deliberadamente ocultadas sobre temas que son de interés para muchas personas en el mundo.
(Xus). Imagino que la investigación te habrá deparado muchas sorpresas. ¿Cuál te ha impactado más?
(Pierre). Ha sido inesperado e impactante (y me ha provocado una reflexión profunda) el hecho de descubrir que Héctor R. Rojas era creyente. El astrofísico escribió un libro en el que afirmaba que observando el universo había descubierto las señales de la existencia de Dios. No obstante, lo más demoledor ha sido poder comprobar cómo los políticos promueven la difusión de informaciones sesgadas o falsas, por sus intereses sectarios, impulsando la desinformación desde instituciones gubernamentales que, enarbolando la bandera de los derechos humanos, pueden al mismo tiempo arremeter de forma brutal contra un científico por el simple hecho de haber propuesto la democratización del conocimiento.
Parece que para poder completar este enigmático puzle quedan muchas piezas por localizar. Y no hay ningún indicio de que el entusiasmo y la obstinación de Pierre hayan decaído lo más mínimo; más bien al contrario. Es pues de esperar que la búsqueda prosiga. Estaremos muy atentos.
Imagen principal: Pierre Monteagudo con los reports 1 y 2 elaborados por Héctor R. Rojas para la NASA (fuente: Pierre Monteagudo).